Santo Domingo. La Universidad APEC organizó un panel titulado: ciudades inteligentes latinoamericanas y el paradigma de la resiliencia tecnológica, donde expertos debatieron sobre cómo debe proceder la tecnología en el continente. Para la realización de la actividad colaboraron: el Instituto Tecnológico de Buenos Aires (ITBA) de Argentina, la Universidad Hebrea de Jerusalén (Israel) y la Universidad de Londres, Goldsmith. Asimismo, se dieron cita profesionales de distintas áreas, abocados al estudio de los distintos procesos tecnológicos inteligentes y a su aplicación en el continente. La consigna principal planteada fue: “human for Smart Cities or Smart Cities for Human. ¿En dónde se encuentra Latinoamérica?”
El inicio de la actividad estuvo a cargo de la Dra. Cielo Zaidenwerg, profesora de la Universidad de Barcelona y de Unapec, quien abrió el debate expresando el interés en reflexionar desde una perspectiva que ponga el foco en las experiencias latinoamericanas. Saber qué pasa con los barrios pobres y marginales sin servicios como el agua potable, dentro de este paradigma de las Smart Cities.
En ese mismo orden, la Sra. María Teresa Mancini, docente del Instituto Tecnológico de Buenos Aires (ITBA), se sumó a la problemática expuesta y explicó: “Latinoamérica se está posicionando desde diferentes ciudades con propuestas innovadoras que tienen como objetivo la mejora de la calidad de vida de cada ciudadano” e invitó al sector privado a “pensar de forma distinta”.
Bajo esta premisa, los distintos expositores, moderados por Carlos Contreras, doctorando del programa de Doctorado en Administración: Nuevos mercados y Nuevas Tecnologías de Unapec, pusieron en marcha sus conocimientos para articular un plan de acción académico para las necesidades del continente.
Francisco Pizarro, subdirector de I+D, con la empresa Centro de Innovación UC, Pontificia Universidad Católica de Chile, puso el foco en el desarrollo de las tecnologías y la capacidad latinoamericana de acceder a ella, indicando: “Las tecnologías avanzan muy rápido, se mueven a una velocidad que hace difícil utilizarla en elementos de planificación”.
La subsecretaría de políticas basadas en la evidencia del Gobierno de la ciudad de Buenos Aires, Melisa Breda expuso datos en relación de esta temática, manifestando: “El COVID puso en evidencia que había muchas falencias, que faltan resolver algunos problemas de base, relacionados a la infraestructura básica. En Argentina 32% aún no tiene conexión fija en sus hogares. Adicionalmente, nueve provincias tienen conectividad inferior al 50%”.
Por su parte, José David Montilla, viceministro de Agenda Digital del Ministerio de la Presidencia de la República Dominicana, ahondó sobre la transición a ciudades inteligentes. Según su visión: “Esto es un mecanismo para dinamizar políticas de modernización. El ciudadano debe estar como centro, considerar el factor social. No concentrarnos solo en lo tecnológico y entender las necesidades y expectativas de la sociedad”. Recalcó que, en este escenario complejo, se pone en evidencia la necesidad de considerar: “Planificación vs pandemia vs expectativas de la sociedad vs velocidad de la digitalización”, ya que con este nuevo contexto cambiaron las prioridades y expectativas de la sociedad.
Quienes expusieron en el seminario dejaron en evidencia la necesidad de que los dirigentes y políticos regionales tomen cartas en el asunto y se animen a innovar sobre una materia de la que aún no está todo escrito.
En medio de esta transición, Francisco Carballo, subdirector del Centro de Estudios Postcoloniales de la Universidad de Goldsmith, aseguró: “No estamos dando soluciones desde las políticas públicas a los principales problemas de la región. Los gobiernos federales están muy metidos en discusiones sobre grandes valores y no están trabajando sobre cómo vivimos nuestro día a día”.
Es evidente, para los principales académicos de la región, que existe una gran necesidad de avanzar sobre el desarrollo tecnológico en la región, pero es necesario poner esta modernización al servicio de la ciudadanía y de las nuevas generaciones.
El atraso en materia inteligente de los países latinoamericanos denota un subdesarrollo y es la tecnología la llave capaz de acercar a los más pobres a satisfacer sus necesidades básicas. Claro, que los políticos, en conjunto al sector privado, son los encargados de desarrollar planes de acción. “Hay que educar, educar y educar”, finalizó Pizarro.