Santo Domingo, D.N. La Universidad APEC (UNAPEC) fue escenario del conversatorio sobre el Informe Estado de la Región en el ámbito de la educación, presentado por el Dr. Alberto Mora Román, coordinador de investigación del Programa Estado de la Nación (PEN).
El encuentro reunió a autoridades académicas, docentes y especialistas en desarrollo humano sostenible, quienes reflexionaron sobre los principales retos y oportunidades de la región.
Durante su intervención, el Dr. Mora explicó que el informe analiza tres ejes centrales, que son educación y formación técnico-profesional, cultura política y adaptación al cambio climático.
“Este fenómeno ya es una realidad, no es simplemente un discurso de científicos, y estará determinando en buena medida nuestras condiciones de vida en las próximas décadas”, afirmó.
El informe —que desde 1996 da seguimiento al desarrollo humano sostenible en Centroamérica y que desde 2018 incluye a República Dominicana— revela que el crecimiento económico regional ha dependido más de la incorporación de personas al mercado laboral que de mejoras en la productividad.
“Pero crecer sobre esa base no será una alternativa en 20 años, cuando enfrentemos un contexto de envejecimiento poblacional”, advirtió Mora.
Uno de los hallazgos más significativos es el bajo nivel educativo de la fuerza laboral. En República Dominicana, el 35 % de los trabajadores no ha completado la secundaria. “¿Cómo mejorar la productividad laboral con este bajo nivel educativo? Es una ecuación imposible de resolver”, señaló el investigador.
El conversatorio también contó con las intervenciones del Dr. Salvador Pancorbo, director de la Escuela de Ciencias Sociales de UNAPEC, y del Dr. Jesús Manuel Soriano, director de Educación Continuada de la universidad. Ambos coincidieron en la urgencia de fortalecer la educación técnico-profesional y de articular políticas entre el sistema educativo y el mercado laboral.
“El 75 % de las personas que acceden a un nivel técnico profesional lo hacen porque creen que no podrán llegar a la universidad. Si esa percepción es errónea, como instituciones educativas debemos asumir el reto de desmontarla”, destacó el Dr. Soriano.
Por su parte, el Dr. Pancorbo invitó a reflexionar sobre el rol de la academia: “Si el mercado está dominado por un modelo productivo tradicional, no basta con formar talento humano. También debemos pensar en la transformación del mercado en sí mismo”.
El informe advierte, además, sobre la baja cobertura de la educación técnico-profesional. En países como El Salvador, apenas un 20 % de la población accede a esta modalidad, lo que limita el desarrollo de competencias en sectores estratégicos.
También se resalta el desalineamiento entre la demanda laboral y la oferta educativa: “Todavía hay un predominio muy significativo de actividades de baja productividad intensivas en recurso humano, no tanto en tecnología y conocimiento”, explicó Mora.
Como cierre, el Dr. Mora alertó sobre la importancia de aprovechar el bono demográfico actual: “En 20 o 25 años podríamos tener el perfil demográfico de sociedades envejecidas como Japón o Europa, pero con niveles de productividad similares a los de países africanos. Eso sería una tragedia”.
El evento concluyó con un llamado a la acción a invertir de manera decidida en educación, ciencia, tecnología e innovación, pilares esenciales para transformar las economías de la región y superar la “trampa del equilibrio de bajo nivel”.